about the idea of running short instead of long
// Las últimas semanas he estado pegado con el tema del ‘por qué’ ahora me gusta (o disfruto) más correr cosas cortas (y por ende más intensas), que cosas largas, como solía ser.
No tengo una sola respuesta (obvio), pero supongo que mi subconsciente ha estado analizándolo y llegué a un par de conclusiones que quería dejar por escrito.
en lo físico:
++ Creo que tendría que partir con una pequeña anécdota; y es que el 2016 (en mi primer Kima), me voló la cabeza como en la carrera ‘más técnica’ de todas, todavía era necesario ser un weón realmente rápido corriendo en caminos. La volada de raja que me pegaron ese año me marcó y me hizo despertar y pensar; ’chucha, si realmente algún día quiero correr bien acá, ya no me basta con hacer desnivel y aprender a saltar entre piedras, necesito aprender a correr y a correr fuerte de verdad.
++ Por lo mismo, supongo que desde ese entonces, en lo físico (aka entrenamiento), he estado más enfocado en ese tipo de esfuerzos; donde la idea es intentar correr-lo-que-se-supone-que-tienes-que-correr y caminar lo que realmente es in-corrible. Supongo que por lo mismo, los esfuerzos no pueden ser extremadamente largos, por qué si no, las ganas de caminar y arrastrarse, se instalan fácilmente en la cabeza de uno.
++ Otra cosa; hasta antes del 2016, sinceramente no me gustaba la sensación de andar ahogado. Por el contrario, me cargaba y me sentía pésimo para eso. Por lo mismo, siempre preferí las cosas largas y los ‘slogs’, donde más importaban las ganas de avanzar y completar la distancia o el recorrido ‘largo-épico’, que salir a correr un rato fuerte por la montaña.
++ Con los años, también me empecé a dar cuenta de que para ‘correr-correr’, hay que estar atento al camino en todo sentido. No basta con tener las piernas y los pulmones, también hay que tener algo de habilidad para el tema y sobre todo cuando hablamos de recorridos que no son fáciles…hay que tener una actitud bien especial, que da paso a hablar del otro aspecto importante de esto…
Lo sicológico:
++ En este cambio de foco y reflexionando, creo que me di cuenta que estos esfuerzos cortos son como un ‘zoom in’ a mi persona. Por qué haciendo algo de un par de horas, es imposible irse a la chucha (mentalmente hablando). Hay que estar ahí. Presente. Atento. Empujando. Y por lo mismo, mientras más lo pienso, siento que las experiencias Ultras (y sobre todo en la segunda mitad de estas), como que yo empiezo a hacer más ‘zoom out’ de lo que está pasando y de mí, la verdad. Al final hay mucho de cierto que un Ultra termina siendo un esfuerzo mental más que físico (entre varias otras cosas, obviamente).
++ Todo esto gatillo mi lado más junkie también. La adrenalina de ir fuerte por lados dónde (dependiendo del caso) ‘está prohibido caerse’, empezó a volverse medio adictivo con el tiempo.
++ Finalmente, creo que siento que correr este tipo de esfuerzos, es como una oportunidad de vivir una realidad aumentada aunque sea por un par de horas, mientras que el correr largo, me deja como adormecido…al menos por un tiempo.
// Me fui muy en la volada?
Y en verdad todo esto no es para hacer una apología a los esfuerzos cortos y correr fuerte versus el intentar completar algo largo.
Sin duda las dos cosas tienen un atractivo poderoso (por eso he hecho lo que he hecho hasta ahora y por eso hago lo que hago, supongo?), pero hoy en día puedo decir con convicción, que disfruto tanto (o incluso más), hacer un loop (como el que hice el otro día), a que salir a completar una distancia - travesía enorme, solo para sentir que hice algo largo y digno.
Algo tendrá que ver también que el concepto de ‘Ultras’ se ha manoseado como nunca los últimos años y eso claramente ha hecho que pierda mi motivación por esas cosas cuando ‘están muy de moda’.
Finalmente y como buen ‘contrario’ que soy, para mi vale la pena esforzarme por mejorar en algo en que sé que no soy particularmente bueno. Hacer lo que no se supone que debería hacer, siempre va a ser una motivación .
Ah y lo último, imposible no hablar de la verdadera satisfacción que me da salir a correr con un poco de agua y un par de geles en el bolsillo. De verdad. No sé por qué cada año me he ido obsesionado más con no usar mochila cuando no estoy completamente obligado a hacerlo (como me traicione en Kima 2018 csm). La sensación de andar con lo justo (rayando en ‘al límite’) es otra de las cosas que, hoy por hoy, me atraen a concentrarme en cosas cortas.
Llega a ser casi como un juego; el ver qué tanto soy capaz de hacer sin, tener que ponerme una mochila encima.
Igual se sabe que no estoy tratando de ser objetivo cuando hablo de esto. Porque obvio que para mí es más ‘fácil’ hablar de no querer correr ultras, cuando ya he hecho algunas. La sensación que tiene uno, cuando está abordando por primera vez una distancia (’podré terminar mis primeras 100 millas?, por ej.) es bien poderosa y adictiva también.
Para rematar (por qué chucha que se alargó esto), no estoy seguro de cuánto tiempo me irá a durar esta convicción. Mi tick-tack interno está corriendo y sé que me quedan un par años nomás para seguir empujando intentando correr rápido antes de que comience a chocar con la pared de ‘la edad’…pero así como hace un par de años pensé que ya no iba a poder mejorar ciertas marcas que tengo, todavía creo que tengo un pedacito por mejorar antes de llegar a mi techo y eso puta que me prende.